Raúl López Deantes/NNM
Las mujeres tienen que trabajar el doble, en casa y en el trabajo; todo les ha costado más que a los hombres, porque el mercado laboral fue hecho para el hombre; hay leyes que protegen el derecho a una pensión para ellas cuando alimentan a sus hijos y su pareja se olvida de contribuir, pero muchas veces tardan un par de meses para que los patrones hagan efectivo ese derecho y les paguen; aportan poco más de la mitad del trabajo mundial, pero ganan por ello 24 % menos ingresos que los hombres.
9 de cada diez mujeres en México se sienten discriminadas, solo en sus ingresos 88 % siente desigualdad en lo que ganan; 5 de cada diez, siente que no le dan las mismas oportunidades que a los hombres y 40 % cree que realmente no hay igualdad ante la ley.
La constitución establece que hombres y mujeres son iguales ante la ley, pero para que la letra constitucional se materialice, hace falta voluntades y convicciones para romper inercias en la sociedad, solo basta ver el ejemplo en el gabinete presidencial de 20 posiciones titulares solo 3 son ocupadas por mujeres; pero en materia de servicios financieros la mayoría de las mujeres se queja de consumos no reconocidos, mientras la banca en enero de este año obtuvo 80.9 % más de utilidad que en enero del año pasado, haciéndose más rica todavía.
El error de este siglo es no cerrar la brecha de lo que ganan entre hombres y mujeres; así como se hizo por ley la equidad de género para los puestos de elección popular, les gusten o no a muchos; que permitió que más mujeres se prepararan para gobernarnos y ocupar puestos claves que nos tienen en la gran posibilidad de tener una primer mujer presidenta de la república. así debe de legislarse y protegerse ante los tribunales del trabajo la igualdad de sueldos por la misma función entre hombres y mujeres.
Sin embargo; los sesgos inconscientes, estereotipos y el síndrome del impostor son factores que limitan el ascenso de mujeres a la alta dirección, revela el estudio Mujeres de la Alta dirección en México 2024 realizado por KPMG.
De hecho, seis de cada 10 mujeres dicen que la barrera principal para llegar a puestos de liderazgo es la discriminación para promociones a posiciones de Alta Dirección, que está impulsada por estereotipos, sesgos inconscientes y micromachismos.
“Desafortunadamente siguen siendo las mujeres los principales blancos de este tipo de conductas impropias -como acoso laboral y sexual-, siguen siendo objeto de estereotipo y micromachismos, objeto de discriminación incluso para crecer tienen falta de apoyo de sus colegas”, según confirmó un informe de parte de la Asesoría en Capital Humano y Gestión del Talento México.
Si a una mujer le das una casa, te dará un hogar, si le das alimentos, te dará comida, si le das una sonrisa, te dará su corazón; hay millones de mujeres sin salario, sin que el esposo le retribuya su trabajo, hoy le digo a millones de ellas, a pesar de la inseguridad que padecen, el sistema hecho para el hombre ya no sirve, ustedes amigas
tienen la oportunidad de crear las leyes que renovarán las instituciones.